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Escultura civil

Escudo de la villa

Escudo mandado realizar en 1764, tras pedir la corporación municipal de la época informe sobre la heráldica aplicable al Ayuntamiento a uno de los Reyes de Armas de la Corte y recibir dibujo en el mismo sentido. Está compuesto por un árbol olmo coronado, a los lados, por dos cruces. Bajo el árbol se encuentran tres barras de oro en campo azul.

El original se encuentra en un gran pedestal sito en la plaza resultante tras el derribo de la antigua casa consistorial, en la Plaza de Navarra, nº 1.

"El Ángel de la vida" y "El Ángel de la muerte"

Estatuas simbólicas y, que a la vez, decoran la oscura y turbadora presencia en la cripta del cementerio. Su escultor, Vicente Larrea, ha hecho un alarde plástico en lo que se refiere a las proporciones, la localización, los movimientos y la caracterización de la figura del Ángel, interpretada siempre desde una sensibilidad contemporánea. Convergen en estas figuras dos significados: el del Ángel propiamente dicho, y el del lugar mortuorio en que tenía que ser colocado.

"El Ángel de la muerte", escultura total y exenta, es una estilización libre de la figura de un Ángel, pero sin dejar de ser la figura de un Ángel. Esta figura es la primera en la que Larrea se enfrenta a una figura humana completa, y además con el añadido escatológico de las alas. Esta formada por una lámina de grosor constante que, mediante pliegues, concavidades y convexidades, da forma al cuerpo de la estatua; o a la parte tangible de este cuerpo, porque en realidad la imagen se completa con el hueco que la recorre, y así se constituye mediante un volumen ficticio formado por la lámina y su vacío, por la piel y su sombra. Es, por tanto, una imagen totalmente barroca en su significado.

Estatua de Miguel López de Legazpi

Estatua de bronce sobre pedestal de piedra elaborada por el escultor Aniceto Marinas, e inaugurada el 2 de octubre de 1897 en medio de los festejos organizados en esta villa con tal motivo.

Participaron en los gastos originados por su construcción, además de la Reina Regente que aportó 2.500 pesetas, varias instituciones, entre las que se encontraban las diputaciones vascas y navarra, junto con el propio Ayuntamiento y numerosos zumarragarras que contribuyeron desinteresadamente a tal fin.

De estilo figurativo, representa al hombre católico y colonizador en su apogeo, derrotando al ídolo (pisa la máscara con su pié).

Busto de Ignacio Busca Sagastizabal

Busto que se encuentra al pie de los edificios que conservan el nombre de este compositor natural de Zumarraga.

Representa, figurativamente, al hombre maduro que alcanzó fama fuera de nuestra villa, fundamentalmente, por deberse a él la composición del himno eucarístico del XXII Congreso Internacional Cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor. También fue autor de célebres páginas corales, interpretadas por los orfeones vascos. Destaca Bi eusko abesti o la Misa Pastorella.

Pilotari

Figura escultórica exenta de hierro sobre pedestal de piedra, obra del escultor ondarrutarra Miguel Ángel Lertxundi. /p>

Más que en los detalles propiamente artísticos de la escultura, entre los que destaca ineludiblemente su sencillez de líneas, acompañada de una abstracción de facciones, hemos de encontrar su mejor explicación de acuerdo con la simbología que resulta al ser ubicada justamente en ese lugar (el frontón), y también en la actitud de la figura representada (el momento del impacto entre la mano y la pelota).

Goruntz

Escultura de José Ramón Anda, compuesta en bronce fundido, con una altura de diez metros y con un diámetro variable entre cincuenta y un metro y diez centímetros.

Obra vertical diseñada específicamente para evitar afectar al tráfico rodado que forzosamente transcurre por el lugar, la plaza de Kalebarren-Areizaga, nexo entre las dos villas de Zumarraga y Urretxu, a la vez que se afirma su presencia decididamente en esa muy determinada situación geográfica.

El brusco corte de la obra en su parte superior contrasta con la base, y aunque en ningún momento pierde estabilidad, crea sensación, cuando la contemplamos, de una fragilidad que desembocará en una irremediable caída. Quizás, en el inconsciente del autor rondaba, tras adquirir los informes precisos sobre la plaza y el lugar geográfico donde iba a ser ubicada, la simbología y el significado de una obra que puede recordar, por todo ello, las relaciones entre las dos unidas villas.

Itziar

Escultura de Jorge Oteiza conformada por poliedros, mide cuatro metros de alto por cinco de largo, con un peso de seis toneladas y está realizada en chapa de tres milímetros de grosor.

Lleva el nombre de la mujer del escultor Itziar Carreño, ya fallecida, y responde a un proyecto que data de 1959.

Destaca, en palabras del propio Oteiza, el juego de luces y sombras que provocan las diferentes caras y huecos de la escultura, apreciándose en sus picos y hondonadas el paisaje de Gipuzkoa, sus pueblos, valles y ríos.

Pese a su monumentalidad ofrece una sensación de ligereza y levitación.

Homenaje al txistulari

Escultura de Jesús Segurola realizada en bronce patinado, fundida mediante el procedimiento de la “cera perdida”, sobre base de piedra de Markina. El conjunto de la obra alcanza una altura total de 4,5 metros (la escultura en sí mide 2,44). Se encuentra situada encima de la trinchera del ferrocarril. Fue inaugurada el 14 de junio de 2003.

Destaca los elementos característicos del txistulari de una forma monumental: la boina, el txistu y el tamboril. En la base se incluyen los escudos de los herrialdes vascos.

Homenaje al aizkolari

Escultura de 2,45 metros de altura. Ha sido realizada en bronce patinado sobre una base de bronce, a modo de peana, según diseño de Agurtzane Iturbe. Está situada en el barrio de Aginaga, y representa un homenaje a todos los aizkolaris, y en particular a Jeronimo Iturbe Legorburu, “Agiñeta”, que fuera vecino de dicho lugar. Fue inaugurada el 9 de noviembre de 2003.

Homenaje a la trikitixa de Zumarraga

Figura expresionista realizada por Antonio Oteiza en bronce, de 1,80 metros de altura, y situada en la rotonda de Elizkale, lugar emblemático por ser en su entorno donde nació la primitiva formación de la Trikitixa de Zumarraga, en 1920. Fue inaugurada en el entorno festivo de Santa Lucía el día 12 de diciembre de 2004.

Aparecen dos figuras: mientras que una está caracterizada con la trikitixa, la otra lo está con el pandero.

Aunque en el aspecto formal es una escultura figurativa y algo esquemática en las formas, los pies no ofrecen ninguna sensación de movimiento.

Jira-Bira: Lurrak gure Lurrean

Conjunto escultórico realizado en el taller de cerámica Pott de Ezkio-Itsaso. Está formado por dos figuras estilizadas de 6 metros de altura. Cada figura se divide en varias piezas insertadas en un eje vertical.

Es una obra que gira en torno a la reflexión sobre la TIERRA en la que vivimos, su desnudez, su fragilidad y fuerza, y el impacto de su transformación. La obra está basada en el movimiento, con la contradicción que ello supone desde la inmovilidad de las piezas escultóricas. Es el entorno y el espectador el que está en continuo movimiento y el que da sentido a LURRAK GURE LURREAN. Es esa perspectiva de movimiento la que da sentido a la obra. Fue inaugurada el 14 de mayo de 2006.